#VideoComunicado
El neoliberalismo es la ideología perversa de privatizar servicios públicos, de entregar todos los bienes públicos y comunitarios a las manos corruptas de una pequeña élite económica para hacerse ganancias a través de grandes negociados con el endeudamiento de la cosa pública. Estos grandes beneficiados del sistema, son los que pagan campañas electorales o son dueños de partidos tradicionales. En Panamá planes económicos de las últimas décadas como el plan Ford, durante el gobierno de Guillermo Endara, el Plan Chapman en el gobierno de Perez Balladares y los subsiguientes, profundizaron la privatización de los servicios 8
públicos y los bienes públicos. El sector de la energía eléctrica no fue la excepción, en 1997 inició un proceso continuo de privatización, que poco a poco ha ido entregando el sector eléctrico a grupos empresariales afines a las partidos que gobiernan cada 5 años.
A estos sectores no les interesa una política pública para un servicio eléctrico sostenible ambiental y económicamente para la población, sus ambiciones egoístas ponen en peligro la seguridad nacional, al ser el sector eléctrico, estratégico para un Estado. Cada gobierno llega improvisando y beneficiando al mejor postor. Actualmente, por ejemplo, existe el proyecto de ley 573, que plantea “la reorganización de Etesa y fortalecer el sector energético” que busca subir la participación de estos agentes empresariales en un 40% del mercado eléctrico, la legislación vigente establece hasta el 25% de la demanda eléctrica del país. En resumen, su plan es concentrar todo el negocio en un grupo económico que pondrá los precios, aumentos, etc. a diestra y siniestra sin ningún tipo de control de los ciudadanos y el Estado.
El sector eléctrico es un ejemplo, las privatizaciones son negativas para la población, los servicios sociales lejos de mejorar su calidad y rentabilidad para el Estado, más bien empeoraron. El discurso de los gobiernos y los oligopolios empresariales que controlan el sector eléctrico engañan de forma recurrente a la población diciendo que cada vez que entra una hidroeléctrica nueva en funciones el precio baja y para todos es claro que no es cierto. Sin embargo, no sólo pretenden perpetuar esta mentira, con apoyo de los gobiernos, sino que manipulan y controlan los precios. La ineptitud, desidia, y cinismo del gobierno llega a tal punto que ni la mismas regulaciones que establecieron en materia tarifaria las respetan, imponiendo un actual aumento de tarifa no sólo socialmente injusto, sino ilegal, como denuncia también el Sindicato de Ingenieros y Arquitectos(SPIA).
Sólo la participación ciudadana masiva en la calle, protestando contra este sistema privatizador injusto, que todo lo encarece y mercantiliza, logrará parar el aumento tarifario. Es hora de que el pueblo imponga el respeto a su dignidad, por ello les convocamos a movilizarnos en todas las formas posibles bajo la consigna de lucha de no a la corrupción e ineptitud que pretende justificar el aumento de la tarifa eléctrica. Sí a un servicio eléctrico ambiental y económicamente sostenible para los panameños y panameñas.
Quien no se atreve a a luchar, no merece educar.
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