La reciente jornada de lucha huelguística por más de 60 días de los docentes en áreas de difícil condición laboral es producto de la profunda injusticia de un régimen político de la Partidocracia Presidencialista que desde 1989, a través de sus gobiernos, acumula una enorme deuda socioeducativa con las zonas más empobrecidas del país, tanto en los territorios indígenas, rurales y zonas urbanas marginalizadas.
Desde el año 2001 la Asociación de Educadores Veragüenses impulsa entre sus propuestas la necesidad de crear una política pública de Estado, que trascienda gobiernos, para darle atención a la abultada deuda del Estado con la prestación de servicio de una Educación Pública de Calidad para estas zonas del país. La propuesta de crear calendarios escolares diferenciados, entre otras, que podrían crear condiciones para ampliar la calidad del Derecho a la Educación Pública han sido engavetadas por los sucesivos gobiernos, que frente a la lucha de los docentes, se han expresado siempre con amenazas, acoso, y otras medidas represivas y clientelistas para destruir el movimiento de lucha por mejores condiciones de educabilidad y mejoramiento de las relaciones laborales en estas regiones del país. En la reciente huelga iniciada el 26 de junio del presente, por docentes de la Comarca Ngabe-Buglé y otras regiones del país, no fue la excepción.
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El gobierno del Presidente Varela ya en sus últimos meses, incumpliendo desastrozamente su propio Plan Estratégico de Educación, pretendió en medio del conflicto huelguístico, mostrar una imagen falsa de su gestión educativa en grandes actos mediáticos, pero la realidad de su gestión de la Educación Pública habla sola: los problemas de gestión de calidad existentes no sólo no se han combatido en sus raíces, sino que se agravaron. En el proceso de negociación que se retoma con la firma de los acuerdos de finalización de huelga reciente, el gobierno ha mostrado ante el país su nula capacidad técnica y de producción de consensos hacia el fortalecimiento de la institucionalidad Democrática con el respeto del Derecho a Huelga y Negociación Colectiva de los docentes del sector público.
El movimiento docente gremialista, que nace desde las bases, espera que el gobierno no vuelva a perder otra oportunidad en el proceso de Negociación en la Comisión de Alto Nivel que deberá tratar los temas fundamentales para crear entre todos(as), y no desde los negociados corruptos, una política pública de Estado para dar soluciones concretas en lo inmediato, mediano y a largo plazo, que superen la decadencia estructural de un MEDUCA que no resiste una Evaluación Institucional Integral.
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